domingo, 12 de agosto de 2012

Agotamiento del movimiento estudiantil

 




Asumamos lo que no queremos: tenemos un movimiento estudiantil agotado.

¿Comó es que llegamos a esta situación teniendo tan buen aspecto el año pasado?
Si bien durante el 2011 no se consiguieron las demandas que enarbolaban tanto los secundarios como los universitarios, hubo un afan de continuar en la lucha por ellas, de que no nos ibamos a ir para la casa sin haber conseguido algun triunfo que mostrar a las nuevas generaciones, algo que permitiera decirle a ellos “miren, si siguen esta via lograran cambiar este pais”.

Durante el año pasado teniamos un movimiento estudiantil con una alta eficiencia en comunicación, con la gran masividad y convocatoria, que conjuba a su vez la cautividad de la prensa y de los ciudadanos con la candidez revolucionaria de Camila Vallejo, el liderazgo intelectual de Giorgio Jackson y el manejo político de Camilo Ballesteros.

Comunicacionalmente el movimiento del 2011 logró tomar y usar todo lo que tenía en sus interiores para construir tres personajes publicos y politicos que simpatizaron con millones. Lo que realmente pasaba detras de bambalinas no importó mucho: Camila Vallejo estaba digida en sus pasos por el Partido Comunista (en un pais eminentemente anti-comunista), Giorgio Jackson tuvo el gran parte el tiempo a su universidad en clases (a excepcion de la toma de Campus Oriente) y Camilo Ballesteros negociaba cada movida en la Usach con Zolezzi (por algo pasan a segunda vuelta los troskos). Pero nada importó la verdad, pues todo era impecable ante las camaras: el gobierno estaba de rodillas y no podia hacer nada para contener, y la gente nos estaba apoyando cada dia más.

Gracias a esto se generaron importantes cambios en la sociedad, donde se tomaron en cuenta por fin temas tales como la calidad de la educacion, el lucro en los establecimientos, la minucipalizacion de al educacion secundaria, el aporte del Estado a sus universidades, etc. Contenidos simples, que eran comprensibles para la “señora Juanita”, que apuntaban a una necesidad de cambio. Todo esto, paradojicamente, marcado por una estrategia que no se entendia en los pasillos de la Confech. Petitorios y exigencias a Piñera que cambiaban semalmente luego de cada sesion de la Confederacion, reflejando indirectamente la falta de acuerdo.

Así llegó fin de año y con ello los cambios de mando en las Federaciones, con nuevos líderes estudiantiles. El gobierno, por su parte, logró levantar de a poquito durante el verano el discurso de “dejemos que las instituciones funcionen”, sumando a un experto en Educacion como Beyer a sus filas.

Aparecieron los que prometían ser los próximos lideres, Gabriel Boric, Noam Titelman, Eloísa González y Sebastián Donoso, todos hablando de nuevas propuestas y formas de movilizacion, junto con darle un impulso al movimiento, uniendose a otras protestas en el pais y estableciendo articulacion con otros actores sociales.

Hoy por hoy que tenemos. Tenemos a la FEUC y a la FECH perdiendo su oportunidad, siendo abandonadas por la prensa y por los ciudadanos. Ni hablar de la FEUSACH, que brilla por su ausencia. En este momento la característica esencial del “nuevo movimiento estudiantil” limpio de partidos politicos y de la clase politica es que cada uno en se mueve en su propio discurso. Queda de manifiesto en la ultima marcha del 8 de agosto: meiuntras Boric hablaba de montajes, Titelman lo desmentia, mientras Donoso estaba en su casa y Eloisa Gonzalez llamaba a tomarse los colegios. Perdimos a los dirigentes que pensaban en el colectivo, o al menos en interes superiores, dando paso a la defensa de formas e intereses propios, y en conjunto, sonando peor que una banda de payasos.

Punto aparte para el presidente de la Fech, Gabriel Boric, que ha sido un rostro frecuente en la prensa. Realizó un conjunto de críticas contra Bachelet que quedaron en nada, declaró que el gobierno era el “adversario” del movimiento estudiantil, dijo que creerle a Piñera o Bachelet “sería atentar contra nuestra inteligencia”, se paseó por programas de televisión precisando y reafirmando dichos, lo vimos en el Costanera Center llamando a una marcha, y llegó hasta las oficinas de Anglo American para pedir la renacionalizacion del cobre.

Como vocero de la Confech, Boric ha mantenido en todo momento una doble agenda; por un lado refleja la división e incapacidad de tomar definiciones del dentro de la Confech, y en contraposición, una agenda propia y escapadas de libreto variadas.

El movimiento estudiantil en términos de contenido no tuvo nada que aportar el primer semestre. No funcionó sumar a los estudiantes de universidades fuera de la Confech, y las distintas organizaciones que componen dicho organismo estaban dedicadas a sus diferencias y peleas doctrinales sobre quien es más “amarillo” y quien es más “rojo”, y la creación de extensos documentos donde se plasmaban visiones ideológicas particulares, apoyando las más variadas causas y acciones sociales.

Hace poco más de un mes supimos –algunos- de la reformulación de exigencias del movimiento estudiantil, y sin más consideraciones, Gabriel Boric reclama que nadie escucha a los estudiantes. Y Boric tiene razón, ya nadie escucha a los estudiantes. Pero para buscar culpables no hay que ir muy lejos, pues se debe a dos factores.

El primero. La estrategia del gobierno funcionó; se desconectaron de la presión del movimiento estudiantil y enviaron proyectos de ley que solucionan aspectos problemáticos de la educación. Y la poblacion asi lo siente, quedando manifestado en las encuentas sucesivas, en la aprobación del ministro Beyer, y en el avance de los proyectos de ley. Así Ejecutivo y Congreso se lograron mostrar como los únicos que hablaron con seriedad del tema educacional, siendo el centro de la discusión. Y frente a eso, no se han hecho esfuerzos por lograr puentes con la oposicion parlamentaria. Se tiene una actitud reaccionaria, infantil y critica por parte de dirigentes como Boric, que poco ayuda a volver a la senda del año pasado cuando la Concertacion estaba tirada en el piso siguiendo lo que decia el movimiento estudiandil.

El segundo. Boric & Compañía consolidaron su abandono a la estrategia comunicacional que hizo exitoso al movimiento estudiantil, y a partir de la cual lograron poner temas de grueso calibre sobre la mesa. Los actuales dirigentes estudiantiles aprovecharon la atención ciudadana para hacer comentarios políticos personales, apoyar causas ideológicas que la mayoría de los chilenos no apoya, y hacer llamados a marchas donde no había un fin claro, repitiendo incansablemente conceptos y consignas que se terminaron por agotar.

Los estudiantes resultaron ser los verdugos de su propia causa. Como señale a principios de año, abarcamos mucho y apretamos poco. El contexto hizo que sus dirigentes se fueran en sus propias voladas, y ahora cuando aterrizan en la realidad, ya no tienen piso.

Sin estrategia, manteniendo los vicios comunicacionales del primer semestre, con una actitud muy erratica por parte de los lideres y con proyectos de ley en tramitación en el Congreso, los dirigentes estudiantiles exigen ser escuchados. Pero su solicitud está basada en algo que significa retroceso; piden al gobierno que se retiren los proyectos de ley actualmente en tramitación y se dialogue otra vez, un nuevo petitorio. Todo lo anterior, hasta que las Federaciones de Estudiantes tengan nuevas elecciones, lleguen nuevos dirigentes, y nuevos petitorios.