domingo, 27 de noviembre de 2011

Es la Economia, estupido


Don Tatan, invitandonos al Infierno

Hoy amiguitos, hablaremos de lo importante que es la Economía para el país, y de lo mal agradecido y poco inteligente que es la estratégica económica gubernamental del Gobierno de Sebastian Piñera.
Tal como le dijeran los asesores a Bill Clinton en su campaña para las elecciones del 92', hace bastante falta que le recuerden esta importante área a nuestro Presidente. Bajo el poder de la prensa y las comunicaciones se nos hace ver que Chile esta muy bien en cuanto a Economía, que crecemos y generamos muchos empleos, a pesar de la crisis mundial. Trataremos de demostrar que eso es aparente y que es necesario advertir a la gente de los peligros que se ciernen sobre el futuro.

Últimamente ha salido al ruedo el ex-ministro de Hacienda del periodo Bachelet, Andres Velasco, comentando la labor del actual Gobierno en ese sentido, teniendo una mirada critica. Lo que me gusta de Velasco es que, pudiendo estar o no de acuerdo con sus planteamientos liberales, te hace hablar necesariamente de lo que él quiere. Tonto no es. Desde su punto de vista, este Gobierno no ha hecho nada bueno ni en reducir la desigualdad ni en crecimiento económico. Su hipótesis se basa en que esto es mero humo. Adoptaremos esto y trataremos de concluir hacia un punto de vista distinto del candidato presidencial.

Muchos adeptos al Gobierno y adictos a Don Tatan le echan flores a este Gobierno por las buenas cifras de creación de empleos, llegando el nivel de desempleo cerca del 7% (algo récord en los últimos 20 años). Sin duda aplaudimos la generación de trabajos, porque es el gran impulso a que muchas familias salgan de la pobreza, pero hay 3 dudas gigantescas: qué clase de trabajos se están produciendo (en cuanto a calidad), la metodología nueva con que se mide la tasa laboral, y qué sectores productivos se están potenciando (primario, secundario, terciario).

La primera duda la responde Fundación Sol, con bastantes informes sobre la calidad del empleo en Chile. Estos hablan de la precariedad del empleo dado que se observa que a nivel nacional, sólo un 38,9% del total de ocupados y un 52,8% de los asalariados presentan un empleo protegido, o sea, con contrato escrito, indefinido, liquidación de sueldo y cotizaciones para pensión, salud y seguro de desempleo (Indice de Empleo Protegido). No sé si estará bien para el Gobierno que se creen cualquier clase de empleos, bajo cualquier condición, que aumenten los trabajadores a honorarios, sin contrato o con contratos a corto plazo. El caso de los ahora subempleados ilustrados (que se suman a los cesantes ilustrados) es notable: Personas que luego de haber salido de la Educación Superior, sólo consiguen puestos de trabajo que requieren una formación menor.


Este seria un problema grave desde el punto de vista del trabajador, porque en caso de una crisis económica es bastante probable que, con las actuales tendencias del empleo, no pueda mantener protegido su puesto. Se observa la creación de empleos de baja calidad, inestabilidad y desprotección, los cuales tienen una altísima probabilidad de desaparecer (por una cosa de básica en la Económica del capitalismo). Así que declaraciones como las de la min. Matthei diciendo que su principal preocupación es la protección de los puestos de trabajo, son falsas. (Datos extraídos de: http://www.fundacionsol.cl/wp-content/uploads/2011/11/Minuta-Julio-Septiembre-2011.pdf )


La segunda duda, con respecto a la nueva metodología para medir el desempleo, es sencilla de responder. Desde hace un tiempo se considera "empleado" por el INE a las personas en edad de trabajar que durante la semana de referencia, trabajaron al menos una hora, recibiendo un pago en dinero o en especie, o un beneficio de empleado/empleador o cuenta propia. Es más laxa la definición y permite la apertura. Desde mi punto de vista, las herramientas y datos que actualmente emite el INE son insuficientes para sacar conclusiones en empleo. Hoy hace un análisis meramente cuantitativo de la situación del país, quedando atrás de lo que plantea el Premio Nobel Joseph Stiglitz sobre nuevos estándares. No sabemos el desempleo oculto, no sabemos la tasa de subempleados, no sabemos de bienestar de trabajadores.


Tercera duda, es sobre hacia donde están yendo los trabajadores. Hoy la mayoría de ellos entra al sector terciario de bienes y servicios, o sea, no están en contacto directo con la extracción y producción de bienes ni con las fabricas o industrias que procesan los bienes. Por lo tanto, son productores de bienes intangibles (¿Qué bien tangible produce un mesero o un oficinista? Ninguno). El sector terciario es el sector económico que engloba todas aquellas actividades económicas que no producen bienes materiales de forma directa, sino servicios que se ofrecen para satisfacer las necesidades de la población. Es por eso que se enfoca en la distribución y consumo de los bienes finales. Mayormente el trabajo de este tipo se enfoca en la satisfacción de necesidades nacionales (servicios como la energía, agua potable, gas, teléfono, etc), que son cubiertas casi totalmente empresas transacionales.

En ese sentido, que la mayoría de la fuerza laboral vaya hacia ese sector implica utilización de mano de obra calificada en tareas productivas que no lo necesitan. Eso habla de lo mal que esta nuestra Educación al dejarla en las manos del mercado: no tiene ningún fin ni se enfoca en ningún objetivo concreto salvo el generar ganancias para los dueños. Si nuestros liceos técnicos-profesionales fueran decentes, tendríamos un potencial industrial bastante grande (sea por generación empresarial, sea por impulso estatal, sea por la misma generación de los egresados de esos liceos), no a nivel de país desarrollado, pero si en un nivel industrial básico de generación de productos de necesidad para el país. Como sabemos, hoy ni el cobre se procesa en Chile. Es necesario ponerle “algo” de valor agregado a nuestros productos nacionales para poder competir internacionalmente y no vender tan solo materias primas sin procesar. Eso no es tal solo importante para obtener mayores recursos para Chile, sino también para lograr la independencia económica de las demás naciones.

¿Que ha hecho el Gobierno de Don Sebastian en ese sentido? Nada. Ningún incentivo a la industria a través de CORFO u otras agencias estatales, ningún incentivo a través de la Educación Técnico-Profesional, ningún incentivo a través de planes tributarios o fiscales.

Hace algunos años, el ex presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, planteo un "mundo de cuatro velocidades": los países ricos, los países convergentes, los países en apuros y los países pobres. Para él, los países convergentes están achicando la brecha con los países ricos de la OCDE; los países en dificultades no lograron progresar y salir de una condición de ingresos medios; y los países pobres -la mayoría de ellos en África- están sumidos en la extrema pobreza.
Si lo vemos de esa manera, Chile deberia ser un pais convergente. Lo malo es que llegamos a ese estado siendo dependientes de las exportaciones de materias primas que hacemos a los paises ricos. Eso, bajo las nuevas realidades de la creciente crisis económica global que comenzó en 2008 sugieren que la ayuda, las finanzas y el flujo de capital de Norte a Sur de los últimos 50 años no continuarán. 

La pregunta es ¿Chile puede posicionarse en la economía global para producir y vender productos terminados, especialmente alimentos, productos agrícolas procesados y minerales con valor agregado? ¿Podemos desde Latinoamerica romper el patrón de comercio Norte-Sur basado en materias primas e inaugurar un patrón de comercio triangular Sur-Norte-Sur basado en productos de mayor valor?

Desde mi punto de vista, si se puede. Segun informes de la ONU para el desarrollo industrial de Africa, esto se puede hacer mediante la mejoración de la productividad agrícola y las cadenas de valor; explotando la demanda local, regional e internacional; fortaleciendo el esfuerzo tecnológico y las capacidades de innovación (I+D desde Universidades); promoviendo un financiamiento efectivo e innovador (créditos blandos ofrecidos desde Corfo, por ej); estimulando la participación privada desde el Estado y con el Estado como protagonista, y mejorando la infraestructura y el acceso a la energía (creacion de empresas estatales energeticas y de construccion de obras civiles).

Una estrategia de desarrollo agroindustrial y minera centrada en una producción de mayor valor y en un crecimiento más sólido de la productividad en toda la cadena de valor representa una de las mejores oportunidades de un crecimiento económico rápido, sustentable y creador de riqueza para Chile. También puede ser uno de los pocos caminos locales que tendriamos para alcanzar una independencia economica más fuerte.


Me gustaría hablar, para finalizar, de las cifras económicas que generalmente Piñera enarbola con orgullo: crecimiento económico. Él no entiende que si crecemos tanto, estemos tan enojados como sociedad civil. Me ampliare en este error sin vergüenza del Gobierno. Sé que esto es política, pero este caso es limítrofe con el carerrajismo. Piñera y sus secuaces se han dedicado a echarle la culpa de lo malo a los 20 años de la Concertacion (algo que puede tener mucha razón), y sin embargo, no son capaces de darle lo bueno a las administraciones pasadas. En el caso económico, de no haber sido por lo que hizo el Gobierno de Bachelet, con una buena combinación de políticas fiscales expansivas (keynesianismo a la vena) y monetarias (bajando la Tasa de Política Monetaria y ablandando los créditos), hoy Piñera estaría sumido en la crisis nacional tal como en Portugal, Grecia o Italia. La estrategia hizo de la crisis una oportunidad, reemplazando el retiro de la inversión privada con gasto publico. Como dijo Velasco, gracias al "viento de cola" del impulso fiscal este Gobierno puede tener niveles altos de crecimiento.

Ademas, este Gobierno ha tenido uno de los peores manejos económicos en términos fiscales (irresponsable) y monetarios (pro-exportación). En ciertas materias más banales se le relaja la billetera enormemente a este Gobierno (como bonos y subsidios), pero en cosas realmente importantes (como salud o educación), la billetera se cierra. 
Dudo bastante de que Chile mantenga el crecimiento de 6,5% los próximos años, con inflación baja y empleo alto. Ya el min. Larrain dijo que no se va a poder, tanto por la crisis económica (argumento visible) o porque Chile llego a su tope (argumento no visible dado por los economistas serios como Vittorio Corbo).
El primer punto es evidente, pero el segundo no lo es tanto ya que es más complejo explicarlo a las personas: Chile tiene un PIB real muy cerca del PIB potencial, por lo tanto si seguimos con estos niveles, creceremos a base de generar inflación.

  • Una explicación más detallada. El PIB potencial es un concepto teórico que mide el nivel de producción máximo que un país puede alcanzar con el trabajo, capital y tecnología existentes, sin provocar presiones inflacionarias. El PIB real suele diferir del potencial y a la diferencia entre ambos se le denomina output gap. En las fases expansivas (como en Chile hoy), la actividad económica se mantiene durante un periodo de tiempo por encima de su potencial, generándose un output gap positivo, asociado con presiones inflacionarias. En las recesiones, ocurre lo contrario: la actividad económica cae por debajo de su nivel potencial y el output gap es negativo, caracterizando a periodos de ajuste en la actividad que generan tensiones hacia la deflación. El PIB potencial es una variable clave para juzgar si continúan predominando los riesgos deflacionistas o hay que empezar a preocuparse por la inflación, para valorar si las políticas fiscales expansivas han ido demasiado lejos e, incluso, para anticipar si en el próximo ciclo vamos a tener que convivir con unos niveles de cesantía más elevado. Por tanto, es una herramienta indispensable para diseñar las estrategias de salida de la política económica o para anticipar el comportamiento de los mercados financieros.

Hay que tener conciencia de que todo lo que ha crecido Chile este año se debe a la construcción de las obras que fueron perdidas en el terremoto. Perdimos 10% del PIB con eso y era necesario recuperarlo, con o sin Gobierno. Ahora que se ha normalizado eso, deberíamos volver a las tasas de 4-5%, gracias al impulso comprador de materias primas de China.

Por lo tanto, no dejemos engañarnos por las cifras que se muestran en los medios: la crisis puede venirse con fuerza sobre Chile. No estamos tan bien como lo quieren pintar las autoridades y estamos tan o más vulnerables que los demas paises, amenazados por la tozudez ideologica del Gobierno.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Sobre las Universidades Tradicionales y su muerte para la Reforma


Durante el ultimo mes se ha discutido mucho sobre los recursos que se deben destinar a la Educación Superior universitaria en la Ley de Presupuesto 2012, dineros que (con esfuerzo y doblandole la mano al Gobierno) deberían ir en su mayoría hacia las Universidades que integran el Consejo de Rectores de Ues Chilenas (CRUCH), institución que, como reza su website, agrupa a las 25 universidades más prestigiosas del país. Ahora, esta columna va a ir dirigida en critica hacia el concepto creado durante dictadura de las Universidades Tradicionales, en cuanto es inservible, discriminatorio y anacrónico para una Reforma Universitaria, algo que va ligado intrínsecamente con el CRUCH y su existencia.

Primero, hagamos una revisión histórica de este concepto. La Universidad Tradicional surge de la mano con el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, que es el organismo que reúne las universidades públicas y privadas tradicionales chilenas que fuesen anteriores a 1981 o que derivaran de ellas. Este fue creado en 1954 con el fin de administrar los fondos públicos de investigación y desarrollo, y ampliación de infraestructura, hasta que se creo la CONICYT en 1967. Luego de eso, el CRUCH pasa a tener entre sus funciones el coordinar las acciones de dichas universidades y representar sus intereses ante el Estado. Sólo las universidades que integran el Consejo tienen derecho a aportes fiscales directos (AFD) y sus alumnos tienen el sistema de credito preferencial del Fondo Solidario.

Por lo tanto, el Consejo (en temrinos economicos) es un cartel oligopolico que concentra los (pocos) recursos estatales que son entregados a las Universidades, defendiendo sus intereses directos sobre ellos. Tengan en cuenta que el Concejo no esta ingregrado solo por Universidades Estatales, sino que hay dentro de ella Universidades Filantropicas (como U de Concepcion o UFSM) y Universidades Catolicas (PUC, PUCV) que son privadas. El modo en que ingresaron a este grupo de financiamiento estatal es que se les considera “privadas pero con un rol publico importante para el pais, siendo Univesidades complejas” y que fueron creadas de forma previa a la Reforma de 1981 (criterio temporal), manteniendo en parte un trato preferencial luego de quitarle el financiamiento institucional que tuiveron durante gran parte del siglo XX. 
 
Durante los últimos 20 años se crearon y desarrollaron muchas Universidades Privadas¨que también llegaron a tener un rol publico importante para el pais. La Universidad Diego Portales generó la Reforma Procesal Penal, la Adolfo Ibañez esta presentando la Reforma al Código del Trabajo, otras como la Alberto Hurtado o la Academia han dado muestras de apertura y de apoyo notables, contraviniendo actitudes discriminatorias como las que desarrolla la PUC. ¿Como es posible que a unas se le entregue dinero estatal y a otras no? ¿Es justo esto, tanto para estudiantes como para las instituciones?.

Desde mi punto de vista, es aquí donde se ve lo anacrónico que es el Consejo: un montón de instituciones que tienen preferencia tan solo por haber sido creadas antes del 81'. Luego de la Reforma de ese año y con 20 años encima, es insostenible sin caer en juegos discriminatorios. Le damos dinero todos los chilenos a dogmas religiosos (con el riesgo que ello implica, junto con la ruptura del principio laico) o a fundaciones sin fines de lucro para que eduquen a los estudiantes. Para dejarlo en claro: mi ataque va hacia las Universidades Tradicionales Privadas, en ningún caso hacia las Universidades Estatales. Estas ultimas merecen y deben tener todo el apoyo institucional financiero que les permita funcionar de una manera decente y digna, como parte del Estado, teniendo la investigación y el desarrollo plenamente financiado de forma directa (sin fondos concursables).

Ahora, la ruptura del concepto de Universidad Tradicional pasa por una reforma estructural de la ESUP. Necesitamos romper las actuales instituciones para eliminarlo. La propuesta que he presentado es la de dividir, tal como en Brasil, en Universidades Estatales y Universidades Privadas, donde estas ultimas tengan una subdivisión entre Filantropicas, Pontificas y Privadas, con ciertos privilegios y regalías fiscales (exenciones tributarias, no pago de uso de suelo, fondos concursables, etc) pero nada de financiamiento directo. Que el dinero que gaste el Estado en Educación Superior en términos institucionales (que no es igual al financiamiento estudiantil) vaya preferentemente hacia sus Universidades. 
 
Ademas, hay que generar una instancia de participación donde todas las Universidades esten presentes para coordinar una política nacional publica sobre ESUP, de largo plazo, con objetivos, metas y fines claros. No puede ser que dejemos al libre albeldrio de cada dueño decidir esto, algo tan importante para el desarrollo de la comunidad nacional. En Perú existe la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) donde todas las instituciones de Educación Superior participan, algo así puede ser imitado.

Asi, es necesario para un nuevo sistema universitario de Educacion la muerte del concepto de U Tradicional, tanto porque es discriminario con los estudiantes de las diferentes casas de estudios (en financiamiento estudiantil), tanto porque es una forma de clasificar y estructurar a las Universidades de forma anacronica (con un criterio temporal erroneo), tanto porque seria inservible para los cambios que queremos todos para ESUP una institucion que actua como cartel oligopolico cerrado (sin incluir a las nuevas Ues que tambien cumplen un rol publico desde el mundo privado).


lunes, 7 de noviembre de 2011

Observaciones luego de 6 meses de movilizaciones


La Bandera de Cazueli en accion
  
En Chile la única parte del pueblo (porque si, existe pueblo, no somos gente ni masas) que esta organizada en estructuras visibles y representativas son los estudiantes universitarios. Pero organizada a medias, porque la actual orgánica no alcanza a cubrir siquiera un tercio de los estudiantes de Educación Superior del país. Como sabemos, los alumnos de las Universidades Privadas que no tienen una orgánica de trabajo claro que salga de sus espacios locales, tanto porque las mismas autoridades universitarias no las dejan tenerlas tanto por la misma desidia de los estudiantes.
En una critica a los estudiantes de Instituciones privadas (Ues, IP's y CFT's), son ellos quienes tienen que establecer una orgánica de trabajo en conjunto que proteja sus intereses para manifestaciones futuras, intereses que son distintos a los de Confech, institución que por mucho que intente llegar y abarcar las distintas áreas de la Educación en sus petitorios, no puede conocer estrictamente lo que quiere esa importante área del país, quienes verdaderamente son una mayoría silenciosa. Es hora de que las Universidad Privadas se unan al Confech (opción que ha sido abierta durante el movimiento estudiantil) o creen una orgánica paralela que vele por sus intereses.
Los trabajadores en Chile no están organizados y no son una fuerza social viva que acompañe los movimientos sociales. No existe una organización multi-sindical que los abarque y los convoque efectivamente a todos (porque la CUT esta des-legitimada, apolillada y carcomida por Arturo Martinez and co.). Los únicos trabajadores que están organizados y sus paros son realmente efectivos son los de la ANEF, empleados públicos que no alcanzan a representar el 5% de la fuerza laboral del país. Es momento de crear lazos, dinámicas, estructuras que puedan volver a movilizar a los distintos sectores del país. Hay que renovar a la CUT o crear lazos conexos entre los distintos sindicatos para ponerle presión a los distintos gobiernos. Hoy los pocos sindicatos que existen y que viven responden a meros intereses gremiales separados de la sociedad, desconectados de los movimientos sociales. Ejemplo perfecto son los trabajadores del cobre, quienes pudiendo paralizar el país y poner en jaque a los Gobiernos por grandes causas, prefiere hacerlo para subir sus sueldos y ganar bonos de termino de conflicto. Para construir un nuevo Chile y una nueva sociedad, necesitamos de sindicatos fuertes y unidos.
3° Ha quedado claro que solo los estudiantes no son suficientes para hacer los cambios sociales que requiere el país. Luego de 6 meses de miles de marchas, manifestaciones, paros, tomas, actividades culturales, etc, hay que tener conciencia de que al Gobierno le importa un rábano lo que hagamos. Luego de 6 meses van a hacer la misma reforma que planteaba Lavin a principio de año: abrir las becas y créditos a alumnos de Ues Privadas, abrir los fondos concursables a las Ues Privadas, aumentar el AFI, reducción de AFD para Ues Tradicionales, mantener el lucro en Educación Media y Básica, hacer una Superintendencia de Educ Superior sin recursos ni herramientas. 
¿Hay algún avance? No. Y por que? Porque no hay suficiente poder en manos de la sociedad para poder poner en jaque al Gobierno. Por eso cuando se habla de la unión de trabajadores y estudiantes no es una cosa banal ni de los 60': es algo esencial para ganar. Tengamos claro que Universidades sin clases, en paro o en toma, no afectan en lo más mínimo al Gobierno, porque la presión económica va hacia las mismas Universidades y alumnos. No ocurre lo mismo con colegios y liceos, ahí si hay una presión económica por el tema de subvenciones hacia los Municipios. Quien no comprenda esto estará sacrificándose innecesariamente. Los universitarios somos meramente el sustento intelectual e ideológico más serio del movimiento estudiantil, pero no somos una fuerza de presión frente al Gobierno. Nuestro rol es plantearle proyectos de ley, reformas completas, programas sociales al Gobierno, porque esa es nuestra materia prima. 
En una lucha como la actual, en la que enfrentamos a los poderes que dominan al pais, donde nos enfrentamos al poder economico-politico de la clase hegemonica, lo más importante es la unidad. Hemos visto muchas acciones que quiebran esta unidad entre los estudiantes y nos enfrenta entre nosotros en peleas intestinas que nos desvian de lo principal y lo esencial. Muchos desde la izquierda no entienden que esta pelea no es por ver quien es más zurdo, más revolucionario y más radical (elementos izquierdistas más proclives a la autosatisfaccion masturbatoria que al trabajo realmente social), sino que es por cambiar un sistema educativo corrupto y pauperizante (al menos en esta pasada). Estamos recien comenzando un proceso revolucionario que rompa los paradigmas de una sociedad contruida a sangre y fuego en los años 80', y como dice Salazar, "los movimientos socioculturales como el de estos dias se extienden por años", por lo tanto, no reventemos el espacio (frase celebre en la Facultad) cansando en un año a la principal fuerza social actual.
Evitemos la tentacion demogagica y oportunista de implocionar por dentro al movimiento social, ya que como decia Lenin sobre estos tipos, “son los peores, porque en este período de dispersión y vacilaciones, en el que la fisonomía de nuestro movimiento está aún formándose, nada hay más fácil que arrastrar demagógicamente a la multitud, a la cual podrán convencer después de su error sólo las más amargas pruebas”.

  • Comentario aparte sobre la contingencia en la Universidad: Impedir el inicio del segundo semestre es entregar la Universidad de Chile a quienes desde 1973 quieren destruirla. En efecto, el Gobierno tiene en su poder el manejo de nuestro presupuesto  que, por bajo que sea su porcentaje, es esencial para el funcionamiento de nuestra universidad. Si el segundo semestre no se inicia, le damos en bandeja lo que tanto tiempo ha buscado ese poder económico-político: un mecanismo institucional legal que finalmente pueda destruirnos.
Seria interesante observar, tal como en el proceso de 1915-1925, como los movimientos sociales plantean leyes frente al Ejecutivo para que este las procese, porque ahí estaríamos ejerciendo el poder constituyente innatamente a través de iniciativas populares de ley, y no el derecho a peticion frente al Estado. Sabemos que nuestra fuerza no está en la violencia sino en la inteligencia (ningun grupo o colectivo poltiico de las Unviersidades ha planteado la violencia como metodo de solución de controversias).

Para poder ganar necesitamos tener fuerza. La forma de obtener más fuerza es teniendo lazos con otros sectores de la sociedad. Eso pasa por el retomar con fuerza los sindicatos y gremios. Este va a ser el camino largo, pero estructurado, que nos asegure la victoria final no solo en Educación, sino que también en Salud, Pensiones, Obras Publicas, Minería, Cultura, Trabajo, Recursos Naturales, y finalmente, en la Nueva Constitución a través de la Asamblea Constituyente.