En el Informe de Política Monetaria (IPoM)
del mes de septiembre que emitió el Banco Central la semana pasada, el
Consejo alertó sobre el riesgo que se podría venir sobre el deterioro de
la cuenta corriente nacional. Se advierte que el déficit del Estado
chileno alcanzará a 3,2% del PIB este año y que en 2013 “se ampliará a
4,4% reflejando el dinamismo de la demanda interna, y en menor medida,
un precio del cobre más bajo”. La estimación
original que se tenía para el próximo año era de 3,1%, por lo que el BC
ve mayor riesgo de endeudamiento a futuro.
El presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, en la presentación del Informe ante el Congreso,
habló sobre la ampliación del déficit y lo que puede generar a futuro,
con el riesgo de vulnerabilidad ante las turbulencias que están
ocurriendo a nivel mundial, y que esto podría tener impacto en las
condiciones de acceso al financiamiento externo, tanto para privados
como para el Estado.
El peligro de déficit fue tema en la entrevista que dio el consejero Enrique Marshall a La Tercera el
domingo pasado. Textualmente dice que “hemos representado ante el
mercado y el país la evolución que ha tenido la cuenta corriente. Era
superavitaria hace unos años, mientras este año va a ser de -3,2% del
PIB y en 2013 de -4,4% del PIB. Sentimos la obligación de hacer esta
advertencia con el objetivo de que los sectores público y privado tomen
debida nota, e incorporen esto en sus decisiones. La preocupación surge
porque existe el riesgo de que las condiciones internacionales cambien
bruscamente. Si eso ocurriera, habría que hacer un ajuste y eso es
doloroso”. O sea, en pocas palabras, nos llama a poner atención
en la cuenta corriente nacional, y no caer en situaciones como las de
países Europeos donde se han tenido que ajustar el cinturón, reduciendo
los Presupuestos Publicos de manera extrema, y las reacciones sociales
han sido fuertes ante las reducciones de niveles de vida.
A pesar de las alarmas que da el ente emisor, la advertencia parece
no preocupar a Piñera, quien durante la visita oficial a Australia
anunció que “el presupuesto del año 2013 va a tener un crecimiento en el
gasto del orden del 5%, muy cercano a lo que estimamos va a ser el
crecimiento del producto”. A esto le sumamos las palabras del ministro
de Hacienda, Felipe Larraín, quien prometió tener un “presupuesto
responsable con un crecimiento moderado del gasto público”.
Esto no tendría mayores problemas si es que esto concordara con los
datos macroeconómicos. El gobierno ha tomado como doctrina que el gasto
público no crecerá más que el PIB. El problema es que nadie piensa que
la economía chilena crecerá más de un 5% el próximo año, por lo que algo
no
encaja.
encaja.
Hace dos semanas, el mismo Larraín destacó la mejora en la posición
fiscal de Chile durante la administración Piñera, que según él, entre
2009 y 2011 pasó de un déficit estructural de -3% heredado de Bachelet, a
-1,1% durante su mandato, en concordancia con un crecimiento promedio
del gasto público de 5,2% entre 2010 y 2011, inferior a la expansión del
PIB de 6,1% en igual período.
La semana pasada el Banco Central, en el mismo IPoM, dijo que el
próximo año el crecimiento económico del país estará entre un 4% a 5%,
con una leve desaceleración proyectada para la demanda interna en 2013,
junto con una menor entrada de dólares por una baja en el pecio del
cobre. El comité de expertos estima un PIB tendencial de 5% para el
próximo año. Y en las corredoras privadas las proyecciones son de un
crecimiento de alrededor de 4,5%.
Todo esto implica que para cumplir con su regla, Piñera está
apostando a que la economía chilena debiera crecer al límite de las
proyecciones del Banco Central (que generalmente tira el tejo más allá
en proyecciones) y más que lo que piensan los economistas
privados. La apuesta implica que el precio del cobre seguirá en torno a
los niveles actuales y no decaerá, lo cual es casi extremo, ya que de
caer a US$ 3,0 la libra, el déficit en cuenta corriente se podría disparar a casi 6% del PIB.
Parece que Piñera está bastante optimista sobre crecimiento de PIB
chileno 2013 ante las nieblas que se presentan en el panorama mundial.
En entrevista para Bloomberg, el Presidente opinó que el crecimiento
económico podría acelerarse el año próximo en Chile a medida que se
atraen cada vez más inversiones. Algo que no se sabe de dónde saca
fundamentos.
La apuesta del Presidente incluye además que el gasto no crecerá más
de lo que él mismo anunció, algo que difícilmente podrá cumplir, ya que
2013 es año electoral y eso significa relajo de la billetera fiscal.
Para colmo, el 5% de aumento del presupuesto sólo es posible gracias a
la reforma tributaria que se aprobó la semana pasada.
El drama que se instala es que si le sale mal la apuesta a
Piñera no será su gobierno el que tenga que enfrentar el problema, sino
que el que le siga, ya que este es el último presupuesto de su gobierno.
Una jugada bastante irresponsable, por lo menos. Ante esto
cabe la duda de si es que este Gobierno ha destruido la disciplina del
gasto estructural que caracterizaba a la Concertación (aunque moleste a
algunos).
Entre expertos el tema se maneja con cuidado, estimando que el
aumento está al límite de lo razonable, y que de hecho una expansión del
gasto público superior a 4% el próximo año no es recomendable, ya que
este ha mantenido una presión sobre la demanda interna, afectando en la
apreciación real del peso chileno.
Desde hace tiempo que se viene advirtiendo que la economía chilena
está creciendo sobre su potencial y que el exceso de demanda interna
amenaza con crear desequilibrios macroeconómicos, donde en algún momento
se tendrá que tomar medidas para ajustar ese exceso que ha sido
consecuencia del boom en consumo e inversión, resultado de políticas
monetarias y fiscales expansivas, que han generado un exceso de demanda
interna desde la segunda mitad de 2010. Esto se debe corregir con una contracción en algún minuto.
Otro elemento a considerar es lo que pase si es que la crisis mundial se agudiza y finalmente
golpea a Chile. Hoy por hoy la economía crece a todo vapor, con grandes
cifras macro y sin inflación, pero también se podría ver enfrentado con
una grave situación el próximo año, si es que tenemos un escenario donde
hay una Europa en recesión, con China creciendo lentamente y el precio
del cobre desplomándose por efecto de la crisis. Con eso, la entrada de divisas se limitaria, subiria el precio del dolar, siendo muy malo para las numerosas importaciones que Chile realiza (Hoy la balanza comercial esta en negativo).
Por eso, se pide que este Gobierno y los siguientes tomen medidas serias para financiar los gastos permanentes del Estado, de manera responsable, con ingresos permanentes que provengan de los impuestos, los tributos y gravamenes que damos todos los chilenos, en especial de los que tienen más para asi mejorar las desigualdades, a traves de una real reforma tributaria que modifique la ineficiente y desigual estructura que hoy tenemos. No podemos gastar más de lo que tenemos, para no tener una burbuja financiera de deudas que estalle dentro del mismo Estado
Pero ojo, no quiero que se me malentienda: esto no es un mero llamado amarillista para parar el crecimiento del Estado, sino una alerta a que este crezca dentro de sus limites y certezas: si queremos gastar más, hay que buscar más formas de financiamiento, ya que desde 2010 estamos funcionando con deficit. Si queremos gastar más en Educacion, Salud, Obras Publicas, etc; no podemos continuar con la actual estructura de ingresos, sino que hay que diversificarla y darle mayor certeza a traves de una reforma tributaria, para no depender de Codelco y del precio de la libra de cobre en Londres.
Nuestro coeficiente de ingreso tributario en relación al PIB se tiene que acercar más a los estandares OCDE.
No continuemos endeudandonos innecesariamente, cuidemos al Estado.
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