sábado, 1 de septiembre de 2012

La ruptura de los 80': crisis del industrialismo y del paradigma cognitivo tradicional y la nueva ruptura de 2007-2008

 Para este trabajo trataremos la problemática sobre la ruptura que se produjo en los años 80' con la crisis del industrialismo, junto con la caída del paradigma cognitivo tradicional y la nueva ruptura que vivimos en 2007-2008 a nivel global; todo esto en relación al Chile que vivimos. Estas lineas las sumergirnos en como la Historia Social surge como ciencia dentro de un mundo en quiebre.

Para poder desarrollar este trabajo me enfocare en los quiebres que produjo la crisis del industrialismo durante la década de 1980, el porqué y el qué produjo esta crisis en el mundo. Con respecto a la caída del paradigma cognitivo tradicional, hare esfuerzos para concentrar la investigación en el surgimiento de la Historia Social como Ciencia Popular en contraste pero como consecuencia de la crisis. Finalmente, tratare la nueva ruptura que vivimos en los ultimos años con la crisis subprime y sus consecuencias en la estructuracion del mundo contemporaneo, junto con los efectos para el Chile actual y el ejercicio del Poder Constituyente.

Para poder enmarcar a Chile dentro del mundo y como parte de una comunidad internacional de países de la cual es parte, es necesario considerar que los hechos que ocurran dentro de esa comunidad de naciones afectan de una u otra manera a Chile en sus movimientos sociales internos. A lo largo de nuestra historia ha existido una tension entre dos visiones sobre nuestra posiscion en el mundo: en una de ellas somos una isla aislada, protegida del mundo por nuestras fronteras naturales y lejania geografica (“el ultimo rincon del mundo”); mientras que en la otra somos un pequeño pais abierto al mercado global y sometido a los vaivenes politicos y economicos del globo. Ciertamente, no somos una isla aislada como se creyo durante muchos años, sino que debemos contextualizarnos dentro de la Historia Mundial, en especial con respecto a la crisis del capitalismo industrial y la caída del Estado de Bienestar y sus efectos en las corrientes internas del país.

Como habiamos dicho, hay que reconocer dos grandes rupturas históricas se dan en nuestra época reciente, quiebres económicos-sociales-políticos en la sociedad, que se dan en un muy corto espacio de tiempo:
  1. La Primera crisis fue la que se desencadenó en los años 80', donde hubo una depresión económica muy fuerte en el año 82'. La principal consecuencia de esta crisis es el fin de un modo de capitalismo, y de una forma constitutiva del Estado, desapareciendo el Estado Benefactor y el desarrollo industrial.
  2. Y la Segunda crisis es la que se esta produciendo en la actualidad, que se esta dando desde 2008 con la crisis subprime, con lo que seria la caída del capitalismo financiero que supero al industrial en la depresión anterior, y del cual todavía tenemos inciertos los efectos que podría producir.

Analizaremos en primer lugar la crisis de los 80'. Esta es una crisis que comienza desde mediados de los años 60' y que tiene su peak durante la decada de los 80' con las administraciones de Reagan y Thatcher en EEUU e Inglaterra, respectivamente. Según los analistas y economistas, esta crisis se venia anunciando desde que se pusieron en mesa que las políticas de expansión que venía empleando el capitalismo eran cada vez menos eficaces y estaban llevando a un callejón sin salida. La oscilación entre el “relanzamiento” que provocaba inflación y el frenazo que ocasionaba la recesión conducía hacia estanflación (recesión e inflación a la vez), mostrando con gravedad la situación del capitalismo global ante esta situacion y las nulas respuestas que podian dar las corrientes keynesianas a esta nueva crisis, siendo que en la anterior (la gran depresion del 29') habian sido tan eficacez.

Los años 80' empiezan con una recesión abierta que se prolonga hasta 1982 y que en una serie de aspectos importantes es mucho peor que la anterior de 1974-75. Hay un estancamiento de la producción, aumento espectacular del desempleo, de la producción industrial, y por primera vez desde 1945, el comercio mundial cae durante 2 años consecutivos1. Se producen cierres de empresas y despidos masivos a un nivel jamás visto desde la depresión de 1929. Comienza a desarrollarse una tendencia que va a continuar creciendo desde entonces: la desertificación industrial y agrícola. Por un lado, regiones enteras de tradición industrial burguesa ven el cierre sistemático de fábricas y asentamientos mineros, y el desempleo se dispara hasta índices del 30% en muchos paises desarrollados. Ocurre así en zonas como Manchester, Liverpool o Newcastle en Gran Bretaña; Charleroi en Bélgica; Lorena en Francia, Detroit en Estados Unidos. Por otra parte, la sobreproducción agrícola es tal que en numerosos países los gobiernos o bien subvencionan el abandono de vastas extensiones o bien recortan bruscamente las ayudas a explotaciones agropecuarias, lo que causa la ruina en cascada de campesinos y el desempleo de los trabajadores del campo.
Sin embargo, desde 1983 se produce una reactivación de la economía que en un primer momento quedará limitada a Estados Unidos y a partir de 1984-85 alcanzará a Europa y Japón. Este relanzamiento se consigue básicamente mediante el endeudamiento colosal de Estados Unidos que hace subir la producción y progresivamente permite que las economías de Japón y Europa Occidental se incorporen al carro del crecimiento.
Esta estrategia economica se conococio como “Reaganomics”, que en su momento fue presentada como la gran solución a las crisis del capitalismo. Esta solución se ofrecía como una vuelta a la esencia del capitalismo. Frente a los excesos de intervención estatal que caracterizaba la política económica de los Estados durante los años 70' (el keynesianismo), y que era tildado de socialista, los nuevos teóricos de la economía se presentaban como neoliberales, proclamando como receta menos Estado y más libre mercado.
En realidad, los Reaganomics solucionaron gran cosa (a partir de 1985, como luego veremos, hubo que pagar la factura del endeudamiento de Estados Unidos y hoy lo sufre con creces), ni suponía una retirada del Estado. Lo que hizo el gobierno Reagan fue descontar impuestos a los más ricos, manteniendo el nivel de gasto publico, mediante el recurso clásico del endeudamiento estatal; o sea, se cortaban ingresos permanentes pero se mantenian gastos permanentes. La famosa locomotora no se alimentaba del combustible sano constituido por una expansión real del mercado sino a través de la energía adulterada del endeudamiento generalizado. Como podemos ver, el germen de la crisis actual de los Estados esta en la crisis anterior de los 80'.
Como registramos, la principal consecuencia de esta crisis es el fin de un modo de capitalismo que había caracterizado al mundo: el desarrollo industrial de la mano de los burgueses y de los proletarios, del fordismo y la producción en masa en las grandes fabricas. Esto trajo como consecuencia la sustitución del anterior modelo económico por uno nuevo: el capitalismo financiero.
Junto con esta crisis también se da una nueva forma constitutiva del Estado, ya que con la caída del capitalismo industrial va desapareciendo el Estado Benefactor, el Welfare State. Este concepto designaba a la propuesta política o modelo general de Estado y de la organización social, donde el Estado provee ciertos servicios o garantías sociales a la totalidad de los habitantes de un país gracias a las altas tasas de impuestos que tienen sus mismos habitantes, surgido luego de la desgarradora experiencia post II Guerra Mundial y del New Deal en EEUU. Con la llegada del capitalismo financiero y de la ideología neoliberal, se piensa en un Estado más pequeño, donde los impuestos sean mínimos y donde las garantías sociales y los servicios públicos sean proveidos por agentes del mercado.

Estos procesos y cambios también los vivimos en Chile. No podemos creer que estamos alejados de las tendencias mundiales. De hecho, en nuestro país se probaron muchas de estas políticas publicas que tendían a la institucionalizacion del capitalismo financiero y del neoliberalismo como forma de ver el mundo. Nosotros lo incorporamos por la vía de la fuerza y de la autoridad ya que no había democracia en esos momentos2, donde bajo la dictadura de Pinochet se impusieron en duros términos estos principios no consultados al pueblo, en los mismos momentos de la dura crisis económica del 82'.

Además de la caída del capitalismo industrial en la primera crisis, también hay un quiebre en los paradigmas cognitivos del aprendizaje. Cae el proletariado industrial como lo conocíamos, conjuntamente con el derrumbe de las industrias; cae un modo de hacer ciudad típico de EEUU e Inglaterra que se caracterizaban por tener un potente barrio industrial y otro populoso barrio proletario (como es Detroit, Newcastle o Liverpool); y eclipsa la lucha de clases y la movilización de masas como se conocía en los años 60' (que en Chile podemos ejemplificar con las grandes masas que apoyaban a Frei Montalva, Allende o Alessandri Rodríguez).

Lo que sucede en los años 80' en resumidas cuentas es la Revolución Cibernética, o computacional. Se transforma el capitalismo, apareciendo la hegemonía del capital financiero. Desaparece el capital fundado en la fabrica, maquina y el obrero, y surge el financiero, que utiliza la especulación para dominar el mundo. El capital financiero produce en los 80´ la post-industrialización: el desmonte de las industrias. Aparecen con esta revolución todas las instituciones financieras globales (FMI, Banco Mundial, OMC, etc.). Aparece el capital financiero cruzado con la informática, y no se ve. Circula, pero no se siente. Enormes movilizaciones de capital no se ven, simplemente apretando la tecla “Enter” y ya. El capitalismo, por eso mismo, tiende a inmaterializarse, a desaparecer del ojo. Es intangible. No requiere del material portentoso de la industria, con enormes masas de trabajadores, y maquinas gigantescas. No se trabaja con esa masa proletaria, aun más ¡ni siquiera tiene dueños este capital financiero! No es una burguesía como la de antaño la dueña del capital, sino todos nosotros, y la vez, nadie. Si hay que luchar contra el capital, no sabemos contra quien. Es más importante la administración del capital que la propiedad del capital.
Por lo tanto, este capital financiero es muy distinto al capital del mercader, o al capital del industrial de épocas pasadas. Por eso, son los mall los centros de la ciudad, ya no las industrias, ya no los palacios. Esto causa el desperfilamiento de las clases: no hay proletarios, no hay burgueses. Solo es la “gente”, una masa de consumidores. El capital financiero transita sin barreras por el mundo (globalización), por lo tanto, los Estados pierden su carácter nacionalista.

Gracias al desarme de la primera crisis, nuestra generación (y volviendo a Chile), la de los llamados “hijos de la Democracia”, que incluye a los jóvenes que ahora son adultos y que votaron para el Plebiscito del 88', no tiene herramientas ni instrumentos para generar sentidos y proyecciones de largo plazo como en la época de las grandes masas movilizadas. Como diría Jürgen Habermas, el problema de nuestra generación es que lo que se llama sentido (de historia, vida, política, religiosa, moral, filosófica, etc.) es escaso. No habiendo sentido, o siendo muy escaso, no puede haber una cosa como el futuro, por lo tanto solo existe el presente. Y estamos encerrados, solo vagando en el presente.
El capitalismo productivo industrial típico del s XIX cae con esta crisis y es aplastado por el capitalismo financiero, que se impone como nueva modo de capitalismo.

Las personas, gracias a este quiebre del capitalismo y del Welfare State, se toman a si mismas no como constructores de su mismo Estado, por lo tanto se toma a las leyes o el Estado como una entelequia abstracta y lejana, no como algo cercano, propio, y que le pertenece a todos. Aquí entran en crisis ciertos conceptos porque se ven como lejanos e imposibles de aplicar, a pesar de estar grabados en la memoria colectiva y popular. Si el Estado no es mio, ¿como podría hacer yo para atraparlo? ¿Como podría hacerlo si nadie me ha enseñado como construir Estado? (siendo que es el derecho humano más básico y esencial para la vida del hombre). Las concepciones revolucionarias del Poder Constituyente, del ejercicio popular de la soberanía, de la construcción del Estado por su propio pueblo van perdiendo fuerza por la desmotivación; donde para que luchar si siempre han ganado los mismos de siempre, si la historia demuestra que no vale la pena sacrificar sangre y sudor.
Mirando al Estado de Chile, como ejemplo, por dentro podemos ver esto expresado claramente y sin ninguna duda. Como ciudadanos chilenos, nunca hemos construido Estado. En ninguna de las tres veces que ha habido un proceso de construcción de Estado ha tenido participación la ciudadanía, no se la ha convocado, sino que ese trabajo se ha hecho por grupos pequeños de abogados que se encierran y coaptan al Estado. Por lo tanto, no sabemos como ciudadanía construir Estado porque nunca lo hemos hecho.

En el pasado los centros pensantes de las ciencias sociales estaban radicados en la Universidad, de manera pública y fomentada por el Estado. Hoy, luego de los quiebres sucesivos, son los tanques pensantes o think thanks, los que producen conocimientos científicos contra demanda, por clientes, vendiendo sus conclusiones como productos en el mercado. Es ciencia privada producida para privados, ahí hay un paradigma de pensamiento distinto de la antigua universidad y que surge desde el despotenciamiento de los Estados Benefactores por el quiebre del capitalismo industrial en los 80'. Ese conocimiento es del privado, no es divulgado, no llega a las bibliotecas, no es público, aun cuando es conocimiento estratégico. Esto mismo es un factor de aparecimiento de la Historia Social en Chile.

Es por ese cataclismo que remeció el mundo donde las ciencias sociales se movieron y no logran todavía no poder encontrar tierra firme donde asentarse (ejemplificado en los casos de la sociología y la economía política).

Producto de todo esto es que surge la Historia Social en Chile, como parte del quiebre del paradigma cognitivo tradicional, de las no ocurre ni surge porque sí y ante si. Por eso es importante el quiebre las formas de pensamiento que produjo la caída del capitalismo industrial y la debacle del Estado Benefactor. Es ahí donde surge la Historia Social: es hija del quiebre de los 80' y de sus efectos sobre los sujetos.

El quiebre nos dejo solos, porque hicieron abandonar al Estado de la actividad social, retiran al Estado a un lugar pasivo donde la libertad negativa imperaba: con el quiebre se hirió gravemente al Estado Benefactor. Por eso el retorno del sujeto social como un actor social. Ahora ya no piensan las personas individuales como una “masa” sin razón y uniforme, que responde emocionalmente a estímulos de los grandes líderes: ahora surge el actor social en plenitud. Ejemplo de esto son los grupos juveniles de autogestión, que poseen el discurso de que “hacemos X por nuestra cuenta”, con recursos obtenidos por ellos de manera autónoma al Estado.

Esto es el eclipse de la masa y del movimiento de masas; y el surgimiento del sujeto social.
Entonces, la Historia Social surge dentro de este contexto como la necesidad de ayudar y contribuir a que los sujetos sociales recuerden mejor, sistematicen, contribuyan al recuerdo a través del auto-conocimiento en grupos o individualmente, fomentando al ciudadano de verdad, construyendo soberanía ciudadana en serio, ayudando y apuntalando al ejercicio del poder constituyente popular y a la construccion del Estado

Parte del quiebre de paradigma es que los mismos sujetos populares van reconstruyendo la memoria colectiva y regenerando el tejido social rotó por la dictadura (otro gran quiebre que se suma al mundial), construyendo identidad en las personas. Así genera otro tipo de verdad, donde yo vivo la realidad, la verdad dinámica que conozco, distinta de la realidad estática que los demás construyen. Esto, través del la década de los 80’, se ve en los cacerolazos, las concentraciones, las cooperativas de vivienda, los grupos de resistencia a los militares, etc.
La violenta sacudida producida por el golpe de Estado del 1973 lesiono todas las capas de los paradigmas existentes hasta ese año, descalabrando la identidad cultural y emocional de las generaciones de esa época, especialmente de los intelectuales. Luego del golpe, ellos fueron llevados devuelta a la vida cotidiana y al espacio privado, y tuvieron que refugiarse en la supervivencia inmediata y en el dolor de la memoria de lo ocurrido, la mayoría de las personas de esta generación y en particular los intelectuales desplazados comenzaron a buscarse unos a otros, a intercambiar experiencias y a iniciar, desde aproximadamente 1978, un movimiento de recordar colectivamente desde su experiencia particular3.

Como dice el Prof. Salazar, poniendo las bases para la nueva Hstoria Popular, “Los nuevos marxismos coinciden en no tener una “gran teoría” que este por sobre las búsquedas de todos. Enhorabuena. Esto determina que la investigación colectiva y permanente de la realidad propia y global queda a la orden del día, siempre y cuando haya una apertura hacia el lado y hacia abajo; esto es: que todos (incluyendo el propio pueblo) seamos investigadores y, a la vez, actores y sujetos de la historia. Para nosotros, tal vez, tiene más sentido empaparnos de nuestra propia realidad y nuestra propia identidad, que leer y releer a 1os autores clásicos, y acumular fuerza social, cultural e histórica más bien que tratar de identificarnos con vagas totalidades o estructuras objetivas.”4

Lo que plantea la Historia Social es la Historia del sujeto popular, mirando al presente y buscando mirar hacia el futuro con los sujetos y su memoria, partiendo de la acción actual.

La importancia relativa de la labor de la Historia Social para la sociedad es que ella propende a un proceso de fortalecimiento de la identidad y la memoria del movimiento popular, con metodologías y técnicas que no son ocupadas por la Historiografía tradicional y que pueden darnos nuevas visiones de la Historia, del conocer la Historia de los vencidos, como vivían ellos desde una lógica del presente de los sujetos histórico. Esto a través de lo que el Prof. Salazar llama la “Ciencia popular”5, cuya practica significaría el afianzamiento de la memoria e identidad del pueblo, el desarrollo del conocimiento historiográfico y la construcción histórica de la realidad social, basado en la idea de que los sujetos populares “si están dotados de historicidad propia. Esto significa la construcción de una identidad y de una memoria popular, claves para el impulso de un proyecto de ciudadanía popular.

Esa es la importancia de la Historia Social, donde construyendo “desde abajo; pero no desde la marginalidad, porque el ciudadano, en una sociedad, no es ni puede ser periférico a nada que ocurra en ella. Pues tiene el máximo: la soberanía; que es el máximo derecho humano. Tomando la “mirada del ciudadano constituye el único estrato desde donde los hechos y procesos históricos no sólo se pueden “investigar” en su condición de verdad (tarea de los historiadores), sino también, legítimamente, juzgar y utilizar. (…) Esta historia está escrita por historiadores, pero intenta, por lo dicho, situarse en la perspectiva reflexiva y procesal de los ciudadanos chilenos”6

Lo fundamental es entender que la Historia Social es así porque es personal, es la historia del pueblo, de cada grupo, de todos. La historia de los vencidos también es historia, ellos también tienen algo que contar sobre su derrota. La Historia Social esta con el sujeto real de carne y hueso, desde dentro de aquel mismo, coapta la emocionalidad y la razón de los sujetos. En la Historia debemos entender que ella no revisa objetos inertes, sino agentes vivos, es un dialogo, no tiene porque ser frío y neutral.
Además, el tiempo de la Historia Social es siempre el presente, tanto el de uno, como los de los que vivieron en el s. XIX. Se integran dentro del sujeto histórico, no desde una perspectiva lejana. No es que el hecho quede petrificado y muerto, sino que lo reemplaza por la acción político-social, de manera dinámica. En tanto Historicidad, es “siendo”: un sentido presente pero en versión universalizada. No es “es”, ni “sido”, es movimiento dinámico. La Historicidad pasa a ser longitudinal, que se mueve en el tiempo. La verdad, por tanto, es el movimiento que inspira esa acción, que la hace posible.

Finalmente, tratare la nueva ruptura que vivimos en los últimos años con la crisis subprime y sus consecuencias en la estructuracion del mundo contemporáneo. La crisis subprime y su larga depresión se da como una crisis financiera que se extiende por los mercados financieros, principalmente, a partir de 2007, si bien su origen se remonta a los años precedentes. La crisis hipotecaria se ha saldado con numerosas quiebras financieras, nacionalizaciones bancarias, constantes intervenciones de los Bancos centrales de las principales economías desarrolladas, profundos descensos en las cotizaciones bursátiles y un deterioro de la economía global real, que ha supuesto la entrada en recesión de algunas de las economías más industrializadas. Por lo que sabemos, la crisis se da por la enorme desregulación y facilidad para entregar crédito a personas que no lo necesitaban o en realidad no podían pagarlos. Pura ambición capitalista que detona algo que estaba listo para volar en mil pedazos: el Estado neoliberal y el capitalismo financiero. Ambas instituciones son insostenibles por cuanto creen que en la deuda se puede encontrar la solución a los problemas.

El germen de la crisis actual esta en la crisis anterior de los años 80'. El gran problema de hoy es quien salva a los Estados que están endeudados por sobre los limites racionales. Crisis anteriores se caracterizaban porque el Estado era el que tiraba el salvavidas al mercado (como en la crisis del 29') con medidas contraciclicas o con reemplazo de la inversión privada retirada con fuerte inversión publica en obras concretas. Hoy el gran conflicto es quien salva a los Estados de sus super deudas acumuladas desde la crisis anterior. Grecia, EEUU, Gran Bretaña, Irlanda, Islandia, Francia, Italia, España, Portugal ya han tenido que restructurar sus deudas de manera de poder ver como pagarlas.

Como sabemos, la solución que dieron los “Reaganconomic” en los años 80' a la estanflacion fue emitir deuda publica, recortando impuestos pero manteniendo grandes niveles de gasto publico. Como es lógico, este gasto se financiaba con deuda emitida a través de bonos soberanos o por empréstitos internacionales. Como vemos, es muy probable que junto con la caída del Estado neoliberal caída el capitalismo financiero salvaje. Pero la gran pregunta es hacia donde nos movemos, cual sera el futuro, con que tipos de estructuras nos enfrentaremos. La Segunda crisis que se esta produciendo en la actualidad todavía tiene altos niveles de incertidumbre sobre los efectos que podría llegar a producir en los mercados internacionales y en los Estados nacionales. Las consecuencias de esta ultima todavía están por verse, pero dado a las intuiciones y por lo que nos ha enseñado la Historia, deberíamos tener cambios revolucionarios en cuanto a los paradigmas que nos dominan como sociedad, donde tal vez resurja la industrializacion o se impulse nuevamente el mundo del agro.

A mi parecer, la Revolución Cibernética y el mundo de las finanzas transparentes y transnacionales esta para quedarse (en cuanto hacen la vida más simple dentro de una sociedad compleja, como diría Luhmann), pero veremos cuanto de ello queda luego de este derrumbe. A menos que los Estados se sacrifiquen totalmente frente a los bancos de inversiones o de crédito, algún cambio deberá haber en la relación Estado-Capital, ya que bajo las actuales lógicas no se sostiene más el Estado como ente monopolizador de la fuerza por cuanto no puede seguir viviendo con exanimes ingresos pero gastando grandes números. Naturalmente que esto no convendria a las grandes empresas que necesitan de su protección policial y de la seguridad de la ley para poder seguir creciendo y consumiendo.

Es importante e interesante ver como esto podría influir en Chile. El ultimo gran cambio mundial fue altamente notorio en nuestro país, en cuanto acá se (a)probaron varias de las ideas de Milton Friedman con respecto al Estado y al Capital. La importancia de saber para donde podrían dirigirse los cambios es fundamental en una sociedad tan eferveciente y movilizada como se ve para los próximo años como la chilena. En un periodo de turbulencias sociales, que en buenahora se vinieron a dar, la sumatoria de una gran crisis mundial llamaría inmediatamente a la revolucion, en cuanto a las condiciones facticas de crisis económica en conjunto con una crisis política de descontento arman un cuadro de tormenta perfecta para el Estado de Chile. Chile y su pueblo pide cambios al salvajismo neoliberal, de manera creciente y más violenta. Mientras más se demore el Estado en responder, más pronto se encontrara tal vez con su propia muerte, ya que la sociedad esta arrinconando y bajando las probabilidades de que la Constitución de Pinochet viva luego del fin de esta década. Al parecer, este ambiente de crisis mundial alimenta las fuerzas para un cambio constitucional en Chile, donde las personas y las colectividades vayan tomando y aprehendiendo el poder popular constituyente que por naturaleza les pertenece, donde el ejercicio de la soberanía popular se extienda a través del auto-aprendisaje y de la auto-educación, donde por fin podamos aprender a construir Estado y se conciba una Constitución de todos y para todos, por primera vez en la Historia (luego de la felonia de 1828), donde impere la paz y la justicia social.

Es esencial para poder hablar del proceso de construcción del Estado en Chile y el ejercicio del poder constituyente popular comprender que históricamente fue la elite (en sus diferentes variantes semánticas, de las cuales yo elegiré la de clase hegemonica) la que construyo esos Estados, apropiandose del poder constituyente, promulgando el Derecho constitucional y dicto las leyes del país7. Es esencial comprenderlo para no volver a caer en la misma trampa, tal como los actuales dirigentes universitarios tratan de no volver a caer en la misma trampa que los pingüinos de 2006. es interesante ver como en ese proceso de aprendizaje empírico, basado en el ensayo-error, puede llevar a tener posiciones más maduras y concretas con respecto al Ejecutivo. Si tal se desarrollara a nivel constitucional en el ejercicio del Poder Constituyente por el pueblo, tendríamos que la marejada sobre el Estado seria insostenible y terminaría por arrasar todo para conseguir “algo”, como diría el Prof Jocelyn Holt8.

Hay que entender también que la Historia socio-política de Chile muestra que los movimientos ciudadanos, cuando han procurado ejercer la soberanía y el poder constituyente, han sido reprimidos por las clases políticas militares y civiles, bajo la burda acusacion de “anarquismo” o “rompimiento del orden publico”. Asi lo demuestran los hechos historicos: ocurrio asi con el movimiento ciudadano que derribo la dictadura de O´higgins, que despues redacto la Constitución Liberal de 1828 y que fue aplastado por el golpe de Estado de Diego Portales y el gral. Prieto, limpiando el espacio para poder reformar la Carta Magna, dandole un enfoque conservador y autoritario. Sucedió lo mismo con el movimiento encabezado por los trabajadores agrupados en la FOCH, los estudiantes unidos en la FECH y los profesores (en realidad, profesoras) juntos en la AGPCH, que en 1925 convoco a Asamblea Constituyente para terminar con el agonico Estado Portaliano, siendo traicionados por los caudillos Alessandri Palma e Ibañez del Campo, quienes terminaron imponiendo una Constitucion que fue todo lo contrario de lo que proponian estas organizaciones (tanto en el fondo como en la forma)9.

Por lo tanto, dentro del contexto de actuales transformaciones economicas, politicas y sociales que se llevan a cabo en el mundo por el proceso de crisis que viene desde 2008, donde no se sabe aun que cambio en el paradigma cognocitivo podrian generarse, donde no se sabe que Estado ni Capitalismo podria resultar, las posibilidades de que con esta recesion se desarrolle un proceso de cambio revolucionario de la Carta Magna en Chile es bastante alto, ya que en conjunto con las movilizaciones sociales por un pais más justo e igualitario, harian de las protestas algo inabarcable en cuanto a masividad, donde el proceso histórico se asemejaria a los sucedido en la decada del 20' con los estudiantes, profesores y trabajadores.

1Editorial. Revista Internacional. “Los años 80 – Treinta años de crisis abierta del capitalismo”. http://es.internationalism.org/rint97-crisis
  2 Klein, Naomi. “La doctrina del shock”. Random House. Barcelona. Pag 79-109
3Salazar, Gabriel. “Historiografía y dictadura en Chile. (1973-1990). Búsqueda, identidad, dispersión“.Cuadernos hispanoamericanos. Barcelona. pág. 100. 
4 Salazar, Gabriel. “La Historia desde abajo desde dentro”. Universidad de Chile, Facultad de Artes. Santiago. 2003. Págs. 52-53
5 Salazar, Gabriel. “La Historia como Ciencia Popular: Despertando a los “Weupifes”. En Revista Austral de Ciencias Sociales. Valdivia. 2006. Págs. 143-168,
6 Salazar, Gabriel, y Pinto, Julio. “Historia contemporánea de Chile”, tomo I. Editorial LOM, Santiago, 2000. Pág. 7
7 Salazar; Gabriel. “La historia reversa de la legitimidad” . En Revista Proposiciones nº 24, SUR editores , 1994.
8Jocelyn Holt, Alfredo. “El Poder Constituyente, un concpeto enredoso”. Exposicion en Congreso de Teoria Constitucional 2006. Santiago.
 9 Salazar, Gabriel. “El poder constituyente de asalariados e intelectuales (Chile, siglos XX y XXI)”. Ediciones 

LOM. Santiago. 2009. Pag 25-120; Salazar, Gabriel. “Perspectivas historicas del movimiento social-ciudadano”. 

Columna en The Clinic. Julio 2011; Salazar, Gabriel. “En el Nombre del Poder Popular Constituyente”. Ediciones 

LOM. Santiago, 2011. Pag 27-72

1 comentario: