Indignados españoles de la Puerta del Sol |
Desde hace un tiempo a esta parte, diarios y reportajes de Chile (en especial los de La Tercera) han tratado de darle un vinculo al movimiento estudiantil chileno con el movimiento “global” de los Indignados, diciendo que Chile es parte de esta ola mundial de gente que protesta contra el “sistema”, buscando cambios para una sociedad más justo y equitativa. Se ha reparado mucho en que en diversas capitales del mundo -en América Latina, Europa y el Medio Oriente- grupos importantes de "indignados", como los llamó Stéphane Hessel en su célebre panfleto, han coincidido en el ejercicio masivo y a veces violento de la protesta.
Manifestaciones
de los Indignados hemos visto en España, contra los políticos, la
crisis económica y la alta tasa de paro, con la mediática sentada
en la Puerta del Sol en Madrid (reactivándose ahora las
manifestaciones por la defensa de la Educación Publica mermada por
los recortes presupuestarios); en Francia, con la gente que protesta
contra la crisis mundial y los planes de recorte fiscal; en EEUU,
donde los protagonistas son las personas que reclaman contra Wall
Street y los planes de salvataje financiero para los Bancos (con la
también mediática sentada en el parque); en Inglaterra con la
salvajada de una semana de los “Riot´s”, donde los disturbios y
saqueos estuvieron a la orden del día, protestando antes los
estudiantes por los planes de recorte estatal al aporte de la
matricula universitaria; en Israel, donde las movilizaciones por el
alto precio de las viviendas y de las diversas carencias sociales han
llevado a Netanyahu a convocar a una comisión para ver ese problema;
sin olvidar Grecia y su desestabilizacion.
Desde
mi punto de vista, son lazos extraños los que intentan vincular al
mov estudiantil chileno con los Indignados mundiales, y que no tienen
ninguna relación consistente entre si.
Todas
estas nuevas manifestaciones sociales en el mundo son consecuencia de
las nuevas tecnologías, redes sociales y medios de comunicación.
Estos manifestantes, como diría Guy Sorman, son la “generación
Facebook”. Los que estamos inmersos en estas manifestaciones nos
conecta el hecho de que podemos comunicarnos y compartir la misma
vida virtual en Facebook, Twitter, Skype, Blogger, Tumblr, Messenger,
etc. Este es el primer movimiento masivo que es el espejo de las
nuevas tecnologías. Estos movimientos también tienen en común su
composición social: los protagonizan jóvenes, entendiendo que
nosotros tenemos la oportunidad de tener la sensación de que somos
parte de la Historia. Ahi hay un lazo entre los estudiantes de Chile
y el mundo indignado.
Ahora,
la pregunta esencial es si estos grupos pueden mantenerse movilizados
en un largo plazo.
Desde
mi punto de vista, los movimientos se saben cómo empiezan, pero no
cómo terminan. Es imposible predecir qué pasará. Usualmente,
estos grupos como el de los Indignados no llegan muy lejos, porque no
tienen agenda política. Si uno mira a los Indignados españoles o al
Occupy Movement de Wall Street de EEUU, son básicamente lo mismo: no
tienen mucho que decir y tienen el slogan de protestar contra el
sistema. Sin embargo, son incapaces de describir bien el sistema
contra el cual están protestando, ergo, no tienen las soluciones o
propuestas para rectificar lo malo de la sociedad. Sin agenda, no
pueden ir muy lejos.
Primera
gran diferencia con los estudiantes chilenos, quienes si tenemos una
agenda política de cambios y transformaciones a nivel macro que nos
permite tener un largo plazo visible, algo que hemos llegado luego de
ser capaces de describir bien el sistema educacional y político
chileno.
Ademas,
estos no son movimientos ideológicos, los de Indignados. Es el
movimiento de una generación, de los jóvenes. A todas las
generaciones, en algún minuto, les gusta salir a la calle y
protestar contra sus padres, la sociedad o contra lo que sea, para
cambiar el mundo. De nuevo, hay que distinguir bien, hay 2 clases de
movimientos: los contra algo y que tienen una dimensión
generacional; y aquellos que tienen una agenda revolucionaria, como
la revolución francesa o la bolchevique.
Sin
duda alguna que este movimiento mundial no tiene nada de
revolucionario. En cierta forma, se parece un poco al mayo del 68' en
París, protagonistas de algo que carecía de agenda y que fue corto.
Fueron 6 semanas, que cuando llegaron las vacaciones de verano, se
acabó todo. Hay que tener en cuenta que todos estos movimientos han
tenido lugar en escenarios de democracia, a diferencia de los que
sucedió, por ejemplo, en la revuelta de Tiananmen en China en 1989,
donde a pesar de que era una lucha generacional, se estaba peleando
contra un régimen autoritario y represor abiertamente. Ahora, en
cambio, habrán pronto elecciones en España, en Estados Unidos, en
Francia, y la democracia disolverá a estos movimientos. Las
votaciones demostrarán que estos grupos no tienen representación en
la opinión pública, o que no tienen una expresividad política en
las instituciones. Conclusión: los medios los han
sobrerrepresentados.
Segunda
gran diferencia: el mov estudiantil si tiene posiciones ideológicas
claramente marcadas y explicadas (algo que el Gobierno le molesta), y
no involucra tan solo a una generación: somos los jóvenes quienes
estamos en paro/toma, pero si tenemos el respaldo de la sociedad en
nuestras demandas, algo que vemos en las jornadas familiares. A eso
se suma que secundarios y universitarios chilenos llevamos 6 meses en
movilización permanente. Puede que no sea exactamente revolucionario
lo nuestro, pero si es transformador de realidades lo que proponemos.
Otra
característica del movimiento mundial es que no hay lideres, pero
porque estos no son necesarios. Nuevamente recurrimos al mayo del
68', donde tampoco hubo líderes reales. Los líderes suelen aparecen
cuando los movimientos están organizados, tienen una orgánica
definida y tiene una agenda política, por lo tanto, aspiran a
introducirse en el sistema. Pero en este caso, no se necesitan
líderes, ya los grupos son pequeños.
Tercera
gran diferencia: Los estudiantes organizados en la Confech son los
lideres del movimiento, siendo necesarios para llegar a los acuerdos
necesarios para concretizar nuestras demandas. Tenemos una orgánica
(no la mejor del mundo, pero la tenemos), tenemos estructuras,
tenemos lideres políticos con una agenda política que aspiran a
introducirse en el sistema político.
Ahora,
para diferenciar bien las cosas, no hay que meter a todos en el mismo
saco. Se suele también referir a la Primavera Árabe dentro del
movimiento mundial de indignados, pero no, son cosas completamente
diferentes. Sólo ha habido una coincidencia temporal. Nuevamente,
culpa de los medios de comunicación que dan la impresión de que hay
algún tipo de convergencia o simultaneidad, pero es sólo
coincidencia. Las revueltas árabes son para derrocar autocracias,
por lo tanto, tienen un cariz revolucionario. Ademas, son hechas en
Oriente, un mundo totalmente distinto al de Occidente, así que no es
posible meter a todos en el mismo cajón.
Como
conclusión, el movimiento de indignado sirva para que nuestras
sociedades occidentales tomen nota y recuerden de que algunas
personas no se sienten parte de la sociedad o del sistema.
Sinceramente, no veo nada positivo en los indignados, pero tampoco
nada negativo, ya que de ellos no hemos aprendido nada de lo que ya
sabíamos antes, consecuencia directa de que no tienen ningún tipo
de propuesta para el cambio en la sociedad. Por eso es erróneo
vincular al mov estudiantil chileno con los Indignados mundiales, ya
que nosotros tenemos grados de estructuración, masividad, de agenda
política y de transformación mayores que ellos.