lunes, 7 de noviembre de 2011

Observaciones luego de 6 meses de movilizaciones


La Bandera de Cazueli en accion
  
En Chile la única parte del pueblo (porque si, existe pueblo, no somos gente ni masas) que esta organizada en estructuras visibles y representativas son los estudiantes universitarios. Pero organizada a medias, porque la actual orgánica no alcanza a cubrir siquiera un tercio de los estudiantes de Educación Superior del país. Como sabemos, los alumnos de las Universidades Privadas que no tienen una orgánica de trabajo claro que salga de sus espacios locales, tanto porque las mismas autoridades universitarias no las dejan tenerlas tanto por la misma desidia de los estudiantes.
En una critica a los estudiantes de Instituciones privadas (Ues, IP's y CFT's), son ellos quienes tienen que establecer una orgánica de trabajo en conjunto que proteja sus intereses para manifestaciones futuras, intereses que son distintos a los de Confech, institución que por mucho que intente llegar y abarcar las distintas áreas de la Educación en sus petitorios, no puede conocer estrictamente lo que quiere esa importante área del país, quienes verdaderamente son una mayoría silenciosa. Es hora de que las Universidad Privadas se unan al Confech (opción que ha sido abierta durante el movimiento estudiantil) o creen una orgánica paralela que vele por sus intereses.
Los trabajadores en Chile no están organizados y no son una fuerza social viva que acompañe los movimientos sociales. No existe una organización multi-sindical que los abarque y los convoque efectivamente a todos (porque la CUT esta des-legitimada, apolillada y carcomida por Arturo Martinez and co.). Los únicos trabajadores que están organizados y sus paros son realmente efectivos son los de la ANEF, empleados públicos que no alcanzan a representar el 5% de la fuerza laboral del país. Es momento de crear lazos, dinámicas, estructuras que puedan volver a movilizar a los distintos sectores del país. Hay que renovar a la CUT o crear lazos conexos entre los distintos sindicatos para ponerle presión a los distintos gobiernos. Hoy los pocos sindicatos que existen y que viven responden a meros intereses gremiales separados de la sociedad, desconectados de los movimientos sociales. Ejemplo perfecto son los trabajadores del cobre, quienes pudiendo paralizar el país y poner en jaque a los Gobiernos por grandes causas, prefiere hacerlo para subir sus sueldos y ganar bonos de termino de conflicto. Para construir un nuevo Chile y una nueva sociedad, necesitamos de sindicatos fuertes y unidos.
3° Ha quedado claro que solo los estudiantes no son suficientes para hacer los cambios sociales que requiere el país. Luego de 6 meses de miles de marchas, manifestaciones, paros, tomas, actividades culturales, etc, hay que tener conciencia de que al Gobierno le importa un rábano lo que hagamos. Luego de 6 meses van a hacer la misma reforma que planteaba Lavin a principio de año: abrir las becas y créditos a alumnos de Ues Privadas, abrir los fondos concursables a las Ues Privadas, aumentar el AFI, reducción de AFD para Ues Tradicionales, mantener el lucro en Educación Media y Básica, hacer una Superintendencia de Educ Superior sin recursos ni herramientas. 
¿Hay algún avance? No. Y por que? Porque no hay suficiente poder en manos de la sociedad para poder poner en jaque al Gobierno. Por eso cuando se habla de la unión de trabajadores y estudiantes no es una cosa banal ni de los 60': es algo esencial para ganar. Tengamos claro que Universidades sin clases, en paro o en toma, no afectan en lo más mínimo al Gobierno, porque la presión económica va hacia las mismas Universidades y alumnos. No ocurre lo mismo con colegios y liceos, ahí si hay una presión económica por el tema de subvenciones hacia los Municipios. Quien no comprenda esto estará sacrificándose innecesariamente. Los universitarios somos meramente el sustento intelectual e ideológico más serio del movimiento estudiantil, pero no somos una fuerza de presión frente al Gobierno. Nuestro rol es plantearle proyectos de ley, reformas completas, programas sociales al Gobierno, porque esa es nuestra materia prima. 
En una lucha como la actual, en la que enfrentamos a los poderes que dominan al pais, donde nos enfrentamos al poder economico-politico de la clase hegemonica, lo más importante es la unidad. Hemos visto muchas acciones que quiebran esta unidad entre los estudiantes y nos enfrenta entre nosotros en peleas intestinas que nos desvian de lo principal y lo esencial. Muchos desde la izquierda no entienden que esta pelea no es por ver quien es más zurdo, más revolucionario y más radical (elementos izquierdistas más proclives a la autosatisfaccion masturbatoria que al trabajo realmente social), sino que es por cambiar un sistema educativo corrupto y pauperizante (al menos en esta pasada). Estamos recien comenzando un proceso revolucionario que rompa los paradigmas de una sociedad contruida a sangre y fuego en los años 80', y como dice Salazar, "los movimientos socioculturales como el de estos dias se extienden por años", por lo tanto, no reventemos el espacio (frase celebre en la Facultad) cansando en un año a la principal fuerza social actual.
Evitemos la tentacion demogagica y oportunista de implocionar por dentro al movimiento social, ya que como decia Lenin sobre estos tipos, “son los peores, porque en este período de dispersión y vacilaciones, en el que la fisonomía de nuestro movimiento está aún formándose, nada hay más fácil que arrastrar demagógicamente a la multitud, a la cual podrán convencer después de su error sólo las más amargas pruebas”.

  • Comentario aparte sobre la contingencia en la Universidad: Impedir el inicio del segundo semestre es entregar la Universidad de Chile a quienes desde 1973 quieren destruirla. En efecto, el Gobierno tiene en su poder el manejo de nuestro presupuesto  que, por bajo que sea su porcentaje, es esencial para el funcionamiento de nuestra universidad. Si el segundo semestre no se inicia, le damos en bandeja lo que tanto tiempo ha buscado ese poder económico-político: un mecanismo institucional legal que finalmente pueda destruirnos.
Seria interesante observar, tal como en el proceso de 1915-1925, como los movimientos sociales plantean leyes frente al Ejecutivo para que este las procese, porque ahí estaríamos ejerciendo el poder constituyente innatamente a través de iniciativas populares de ley, y no el derecho a peticion frente al Estado. Sabemos que nuestra fuerza no está en la violencia sino en la inteligencia (ningun grupo o colectivo poltiico de las Unviersidades ha planteado la violencia como metodo de solución de controversias).

Para poder ganar necesitamos tener fuerza. La forma de obtener más fuerza es teniendo lazos con otros sectores de la sociedad. Eso pasa por el retomar con fuerza los sindicatos y gremios. Este va a ser el camino largo, pero estructurado, que nos asegure la victoria final no solo en Educación, sino que también en Salud, Pensiones, Obras Publicas, Minería, Cultura, Trabajo, Recursos Naturales, y finalmente, en la Nueva Constitución a través de la Asamblea Constituyente.

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